Mafia rusa, sol y playa

La Operación Java, que se saldó el pasado lunes con 24 detenidos en España y 80 en toda Europa, ha dado un nuevo golpe a la mafia rusa afincada en España al sol del Mediterráneo. Extorsión y blanqueo de dinero son las principales actividades delictivas del último grupo que ha caído, el Kutaísi.

Hacía tiempo que sospechábamos que muchos de los millonarios rusos afincados en España tras la caída del telón de acero no sólo venían a invertir en sol y playa. Las tres operaciones contra la extorsión y el blanqueo de capitales lideradas por la Audiencia.

Nacional desde mediados de la década de los 90 han dejado al descubierto los verdaderos negocios de estos "turistas" del Este que, como se ha comprobado, venían a "trabajar". Las operaciones Avispa (1995, 2005 y 2006), Troika (2008) y Java (2010) se han saldado con 72 detenidos, más de 100 registros domiciliarios y mil cuentas bancarias bloqueadas. Sus principales capos ya están en la calle, aún a la espera de juicio.

Asentados en la Costa Brava, la Costa Blanca y la Costa del Sol, además de las Baleares, aprovecharon el caldo de cultivo que proporcionaba el anonimato de los complejos turísticos y las zonas residenciales mediterráneas. El "boom" del ladrillo ayudó a maquillar el origen delictivo de sus inversiones y sus grandes fortunas. Como compañeros de celda han tenido a sus propios abogados y asesores fiscales, la mayoría, españoles.

La última gran operación se saldó esta semana con 24 detenidos, tres de ellos en otros países europeos por orden de la Audiencia Nacional.Se trata de la Operación Java, con ocho imputados residentes en Valencia, entre ellos el lugarteniente y capo Zviad Darsadze, que además de gestionar la "caja común" con el capo Khakaber Shushanashvili, afincado en Barcelona, ejercía de "juez" y mediador en el clan. 

Su decisión es "definitiva" y "ambas partes deben de obedecer", explicaba el juez Fernando Grande-Marlaska en el auto de prisión dictado el pasado miércoles. Zviad Darsadze vino a Valencia huyendo de un clan rival por miedo a que le dieran una paliza, como mínimo. Su intención era abrir una joyería en Italia, como su persona de confianza, Argam Mirzoyan, que tenía una joyería en Gandia.

El grupo pertenecía a la organización criminal georgiana Kutaísi -segunda capital de Georgia-, cuya principal característica es la transnacionalidad. Aunque se estableció en España en 2005, su ámbito de actuación se extiende a Francia, Italia, Suiza, Austria, Holanda y Alemania.

El éxito de la Operación Java, no obstante, se ha visto ensombrecido por la reciente puesta en libertad, a finales de enero, de cuatro importantes capos detenidos hace dos años en el marco de la Operación Troika, con detenidos en Valencia y Alicante. Se trata de Gennadios Petrov -detenido hace dos años en Dubai-, que ha salido con una fianza de 600.000 euros; Alexander Malishev (500.000 euros de fianza), Vitali Izgilov (400.000 euros) y Leonid Kristoforov (300.000 euros).

Vitali Izgilov, conocido como "la fiera", fue detenido en su mansión con vistas al mar de El Campello, donde viven su mujer y sus hijos. considerado como un "ladrón en ley", ya fue detenido en la segunda fase de la Operación Avispa. Como el resto, afirma que vive de sus negocios en Rusia, restaurantes.

De la Operación Avispa, el mayor éxito se desarrolló en 2005, con la detención del clan Kalashov: 28 mafiosos en 11 ciudades españolas, incluida la Costa del Sol. Entre sus hombres estaban Oleg Vorontsov, hombre de confianza del capo ruso preso en España, Zakhar Kalashov; su abogado, Alexander Gofhstein, Konstantin Asatiani y un funcionario español de Hacienda. Pero incluso desde la prisión son peligrosos.

Alguien cumplió las órdenes dejadas por Kakhaber Shushanasvili antes de su detención como máximo dirigente en Europa. El pasado jueves, un clan fiel asesinó al capo de la mafia georgiana en Marsella, Vladimir Janashia, uno de sus grandes rivales. No era la primera vez que lo intentaban.

El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, ha desvelado la jerarquizada organización que regía las actividades delictivas de los 21 detenidos en España, ocho de ellos con residencia en la Comunitat Valenciana.De estructura "cuasi" militar, el clan Kutaísi es de origen georgiano pero había extendido sus ramificaciones por toda Europa, sumando hasta 80 los detenidos en España y otros países de forma simultánea para evitar cualquier fallo en la operación denominada Java.